junio 21, 2009

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Dice mi psico, y creo que tiene razón, que mi principal problema con el género masculino empezó en el mismo instante en que le vi la cara a mi padre (no, no sean malpensados, me refiero a la primera vez que lo tuve frente a frente)...
Resulta que, según mi psico, la forma en la que me relaciono con los hombres es un resultado de mi primera experiencia, la cual -es por demás decir- es un caos.
"¿Y no tengo remedio?", le pregunté.
"Claro que tienes, sólo debes enfrentarte al hecho de tener una relación blablabla, que te ha llevado a ser blablabla y a que blablabla tus relaciones, y querer cambiarla", me dijo muy tranquilo (el blablaba es porque a veces dice cosas que mi cerebrito aún no quiere registrar, y que incluye términos como 'psicótica', 'castradora' y 'boicotear').
Desde el día que me dijo eso, mi cabecita de ratón asalmonado ha trabajado a marchas forzadas para tratar de saber si sus conclusiones son remotamente cercanas (ja).
La búsqueda continuó hasta hoy, cuando me di cuenta de que mi psico tiene la boca atascada de razón, y que mi principal problema con los hombres empezó cuando conocí a mi papá.
Resulta que mi adorado progenitor es un hombre curiosísimo, de los que se la pasan diciendo cosas de uno, pero cuando uno revira la crítica, se enoja y hace berrinche...
Así sucedió hoy, cuando fuimos a desayunar por el famosísimo Daddy's day. Durante una hora me aguanté el chorísimo de estásgordamargadayeresegoísta que tanto me jode, pero luego, osé hacer un comentario, seguido por uno de mi bro y uno de su esposita, que hizo que se molestara.
Yo, que para cuando terminó el speech ya tenía ganas de llorar y estaba a punto de tomarme mi pastillita dele stado zen, decidí que mejor iba por cigarros y lo dejaba en su desmadre...
Pero bueno, el punto no es contarles el chisme de mi papá, sino el de cómo fue que me di cuenta que mi psico es el hombre más observador que conozco. So, cuando nos levantamos de la mesa, moría por decirle: "mira, ¿sabes qué?, mejor me voy a mi casa, la verdad no tengo ganas de verte"... pero el hecho de que es Daddy's day y de que casi nunca lo veo, me hicieron quedarme calladita...
("Culpa, culpa...", me dice la masoquista pequeñita que vive en mi cabeza. "¿Pero culpa de qué?, si no se ven es porque siempre es lo mismo", continúa y yo trato de ignorarla hasta que le lanzo un fuerte ¡SHHHHHT!)
Resultado, estoy sentada en la sala de su casa, viendo una peli de 1973 que habla sobre el fin del mundo, mientras me siento la mujer más cobarde del mundo por no decirle nada y quedarme sintiendo esta frustración horrenda de cada vez que lo veo.
"Es que lo odio y lo amo", le dije una vez a mi psico, hablando de él.
"Ese es el punto", me dijo, "tienes una relación psicótica, y si no lo solucionas, siempre (SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE, sonaba el eco en mi cabeza) será así con todos"...
Carajo... ahora sé que debí haberme parado a media carretera, y decirle "Adorado progenitor, me chocas, no voy contigo", aunque eso quisiera decir que me hubiera dejado de hablar y me hubiera dicho que no lo quiero y no lo valoro y un día me acordaré y.. y... y...
¡Ay, mi psico tiene razón! Siempre hago lo mismo...

1 comentario:

  1. Ah!! jajaja, eso de odiar/amar es extrañisimamente conocido para mi jaja.. Demonios, es la única forma de mantenerme quieta jojo.. chin!!

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Chisméele a gusto, al fin que vamos para largo...