julio 13, 2009

Debería ahorrar...

Para mí, ahorrar es equivalente a dejar de fumar...
Simplemente no puedo hacerlo.
La única diferencia que existe entre ambas cosas es que la primera sí quiero hacerla, y la segunda, no (aún).
Año con año, cuando hago mi lista de propósitos para los 365 días siguientes, ahorrar es el número uno. "Debo ahorrar", me digo noche y día, mientras hago un listado anexo de para cuántas cosas debo salvar mi dinero: "para comprarme una cartera CH", "para regalarme un viaje a NY por mi cumpeaños", "para comprar los bellísimos Stuart Weitzman que me hacen ojitos en Antara", "para mi nueva compu", "para un coche", para, para, para...
Ahorrar se ha convertido en una obsesión... algo como escribir un libro antes de los 30 o volver a usar un vestido strapless negro que sólo me puse una vez: algo que debo hacer. Lamentablemente, como ser la talla uno que alguna vez fui, me es im-po-si-ble. No importa qué haga o cuánto me mentalice, es algo que simplemente se me niega...
No soy de esas personas que pueden separar dinero o que simplemente pueden dejarlo en su cuenta de ahorros... yo, simplemente, tengo dinero y me lo gasto.
"Te quema las manos", me dijo mi mamá una vez y es muy cierto. El dinero inocupado (aunque sea en lo más estúpido del planeta) me produce algo así como una alergia... debo acabar con él.
Como imaginarán, casi siempre termino con mi sueldo antes de que me alcance a comprar lo que vi tres días antes y me enamoró.
"No es cuánto gastas, es cuánto ganas", dijo una vez alguien que me hizo sentir inocente, pero que no tenía nada de razón. Si no, ¿cómo hace la gente que sobrevive con un salario mínimo y mantiene a ocho integrantes de su familia?
Yo, que soy una y gano más de un salario mínimo, no puedo tener un "guardadito"...
Pero el asunto es todavía más grave, pues el ahorro no se refiere únicamente a dinero, sino a toooodo lo que se puede ahorrar: energía, luz, costos de celular, tarjetas de crédito, agua, palabras, calorías y una larga lista de etcéteras...
Soy una pésima ahorradora, tanto, que he llegado a pensar que debería asistir a un grupo de ayuda donde, al salir, me den un cochinito de cerámica para empezar a poner ahí todas las monedas de las que tanto me quejo (es que pesan... entonces, me las gasto!).
Como no tengo tiempo para hacer esas cosas, he decidido que ustedes, lectores imaginarios, serán mi grupo de autoayuda... So, "Hola, soy yo y soy una pésima ahorradora"...

PS. ¿Y mi cochinito de cerámica?

3 comentarios:

  1. mmm creo q ese es un problema común en las mujeres de ahora... yo no puedo tener nada pero nada de dinero... mira haciendo cuentas el último año tuve más de 50000 pesos... y tú me preguntarás q hice con ellos; por q ni un par de zapatos ni una falda tengo de ese dinero

    Q le hice... a la fecha no me lo explico... (no mantengo a nadie, ni a mi misma...)

    besitos

    ResponderEliminar
  2. Cierto... Yo estoy segura de que mi cuenta tiene un hoyito por donde entra un mapache a robarse todo lo que gano... jajajaja!
    Y no hablemos de dinero en efectivo, porque ese más rápido se va.. basta y sobra con que saque un billete (grande o chiquito), para que se esfume...
    Mugroso mapache, segurito se lo lleva...
    hagamos un grupo de ayuda!
    Besitos...

    ResponderEliminar
  3. Ou!! Yo tampoco puedo, ah pero qué fácil me endeudo ja.. Que horror, yo juro que es la edad!!

    ResponderEliminar

Chisméele a gusto, al fin que vamos para largo...