septiembre 18, 2009

Cinco sentidos: gusto

Durante años pensé que ser una buena mujer consistía en tener valores, inteligencia, modales y un montón de cosas old fashion que me enseñaron desde niña...
Quería ser una buena esposa, una buena madre, una buena profesionista, una buena ciudadana...
El verano del año 2002 decidí que también sería buena amante.
Debo decir que en aquella época sabía muy poco de lo que eso quería decir; era casi virgen y seguía sintiendo vergüenza de casi todo lo que luego aprendería a hacer con soltura.
Con poca experiencia y un pudor casi ridículo, comencé el aprendizaje de la misma forma que había adquirido todo lo que sabía hasta el momento: con teoría.
Nada sabía yo de libros eróticos o de revistas, blogs o cualquier otra cosa que me pudiera ayudar. Le tenía miedo a hablar de mi sexualidad, incluso con mi amiga más cercana, y no compartía detalle alguno sobre lo que sucedía por ese entonces -sólo- en la habitación.
Con esas referencias, decidí que mi mejor opción para adquirir conocimientos en la materia era Cosmopolitan.
Por esa época, la revista publicaba 'La biblia sexual', una trilogía de artículos que explicaban paso a paso cómo hacer qué, y cuándo.
Yo, que siempre he sido buena siguiendo instrucciones, aprendí en tres meses de religiosa lectura, algo de lo que para muchas implica años y años de ensayo y error: dónde las caricias, cómo la boca, cuándo las manos, por qué la presión...
Así, sólo con teoría, aprendí a hacer un blow...
Cuando lo llevé a la práctica, supe que la piel de un amante es siempre la fruta más dulce, que cada instante amargo tiene su recompensa cuando descubres que desde el sitio privilegiado donde te encuentras puedes ver los ojos de quien amas... Supe que el sexo es agridulce, que besar de esa manera sabe a menta y chocolate, que la sal siempre libera, que la vida es divertida cuando le pones un poco de picante...
Nada después de esa vez fue lo mismo, pues aunque aún no me tomo la vida como tequila, descubrí que nada tiene un mejor sabor que el deseo...

4 comentarios:

  1. Interesante, muy interesante.

    Pasaba por aquí y no quería irme sin dejarte un comentario.

    Espero que pases por mi blog y hagas tu lo mismo.

    Que estés muy bien.

    ResponderEliminar
  2. siempre la practica es lo que te va haciendo mejor amante.

    me gusto tu blog, saludos.

    ResponderEliminar
  3. Pues creo que eres la primer persona que conozco que hace una referencia decente y útil de Cosmo... Aunque me agradó tu anécdota del olfato, conozco a algien con un aroma delicioso a quien no he visto en meses, pero si he "percibido" su inconfundible aroma el cual me evoca al pasado...

    ResponderEliminar
  4. jajajajaaj Cosmopolitan está muy ninguneada, la verdad es que amo la sección donde todo el mundo confiesa sus "cochinadas" ME GUSTO TU BLOG!

    ResponderEliminar

Chisméele a gusto, al fin que vamos para largo...