Ponerle plástico a los sueños.
Meter las luces en un frasco.
Guardar tu olor por mañana.
Doblar las ganas y los roces.
Cerrar los ojos.
Guardarlo todo.
Guardarlo donde no lo vea.
Donde no lo quiera.
Guardarlo ahí, con las cosas más lindas.
Y no desear más.
No quererte siempre.
No quererte.
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Chisméele a gusto, al fin que vamos para largo...