julio 30, 2016

Pedacitos de vidrio

...Entonces supe que estabas tan roto como yo, que tenías trozos diminutos de cristal regados por el cuerpo.
Supe que yo, al abrazarte, sentía que mis pedazos no dolían,  sino se reunían. 
Y fue un instante mágico en que los cristales fueron otra vez uno, y nos sentí(mos) en la repetición de un momento vivido siempre.
Y fue una vez, entre todas las veces, que abrí los ojos y vi el sol, redondo, naranja, inmenso, entre toda la oscuridad...

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Chisméele a gusto, al fin que vamos para largo...