mayo 23, 2017

Público y privado

Alguna vez me leíste toda.
Te di cada palabra que brotaba, cada letra, cada canto... 
Toda yo fui privada para ti. Te me dí en exclusiva, sin miramientos, sin temor... dejé fluirme como un río infinito que iba y venía desde ti...
Luego el agua dejó de brotar de mí. Dejé de pensarte, de escribirte, de nombrarte...
Llené mi manantial de gotitas de rocío de aquí y de allá, las puse en cristales y salí a la vida a decirle a nadie lo que nunca más te diría a ti.
Me creí tan a salvo... tan infalible... tan poderosa...
Y entonces volviste. 
Y trajiste tu río y me llenaste entera.
Y mi voz fue otra vez canto y mi piel fue otra vez tierra...
Y mi vida, otra vez, fue un día infinito.
Y esta vez, luego de tanto, te hago público para no decirte que, quizá,  aún te amo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Chisméele a gusto, al fin que vamos para largo...