La calamidad prohibida hizo su reaparición...
Bastó un mensaje de seis palabritas para hacerlo volver, de la santidad de su hogar, a mis dominios.
Menos de tres minutos después de haber enviado el mensajito famoso, mi celular comenzó a vibrar.
Era él, con sus frases subidas de tono y sus propuestas abiertas, con su sabor a té de menta y sus caricias estremecedoras, con su deseo desbordante y su mujer sobre los hombros... él.
Mentiría en decir que me tomó por sorpresa. No. Su llamada fue una de las ochenta cosas que sé que hará por irse conmigo a la cama y volver a soltarme el cuento del amor eterno, los hijos y la casa.
Pobrecita calamidad prohibida... es tan elemental...
Cuando lo conocí, pensé que sería diferente: un hombre casado, quince años mayor que yo y con un largo historial de conquistas podía ser cualquier cosa, menos elemental.
Obvio, me equivoqué.
Comenzamos a coquetearnos un día en una biblioteca, ante la mirada de mis amigas M e I, que se cansaron de decirme que enredarme con él era un error, una falta a la moral y las buenas costumbres, y un peligro en el que no me iban a dejar meterme.
"Pero es casado", me dijo M cuando le dije con toda la honestidad de que soy posible, que me gustaba.
"¿Y...?", le contesté con una liviandad de la que aún ahora me sorprendo.
-¿Cómo que "¿y...?"? ¡Es casado!
Por días, semanas quizá, trataron de convencerme de que era una mala idea... pero yo ya lo traía metido en la cabeza y no pensaba soltarlo.
"Mira", les dije un día, un poco cansada de su insistencia de dejarlo por la paz, y cuando ya llevaba un buen camino de investigación sobre él y su vida. "No lo quiero para casarme con él; me gusta, es todo".
-Pero tiene esposa.
-Sí, Hillary ahí está... pero no le pienso decir que la deje...
-Pero, ¿no te da cargo de conciencia, pensar que le estás quitando algo?
-Mmmm... NO. El punto es que, si lo vemos objetivamente, yo no le estoy quitando nada... que ella no haya perdido antes.
Hasta unos meses antes de que él apareciera en el panorama, la simple idea de enredarme con un casado em parecía imposible, casi antinatural... "Con un casado, jamás", dije una y otra vez.
Luego algo pasó, y entendí que somos adultos y sabemos lo que hacemos, y que, mientras guardáramos las proporciones, no había nada de malo en que tuviéramos una aventurilla.
-Donde vea que te clavas.... me dijo una coworker cuando se enteró del numerito.
-¿Cómo se te ocurre?, es imposible que me clave con un tipo como él...
-Te gusta mucho, eso es suficiente para que te claves...
-No... no lo es...
-Te doy seis meses, escúchame bien: SEIS MESES. Luego voy a empezar a joderte con que lo dejes...
"Dame nomás tres...", le dije en medio de sonrisas cuando salía de su oficina. "Nomás tres...".
Tener una affair de esa clase implicaba, sí, mucho riesgo para mi necio corazón, que de pronto se cree campeón de plataforma 10m... Sin embargo, había una parte de la historia, una que me sonaba a novela moderna, que me tentaba más de lo que podía resistir: hombre casado+mujer independiente+esposa ejemplar+deseo ardiente+relación prohibida+ex cercano+inspiración renovada... era algo que no podía dejar pasar.
-Te va a partir la madre; me dijo M cuando le dije que mi decisión era definitiva: me enredaría con él.
-Sí, te la va a partir completita; coincidió I. Y entonces vas a venir llorando y te vamos a tener que decir que te lo dijimos.
Nunca pasó...
Resulta que luego de un par de ocasiones, a la calamidad prohibida le dio por decirme "te amo", hablar de amor eterno, casas, niños, mañanas juntos y hasta funerales... y yo perdí el deseo por completo.
"O sea, ¿en serio cree que cuando tenga cuarenta voy a seguirme acostando con el mismo casado de mis veinticinco?", le pregunté a mi sis tras mostrarle un mensaje.
-Sí, eso cree... me contestó entre risas.
-Pendejo... elemental... cabrón... me quitó las ganas...
-Suele pasar, es como encontrarte a tu mamá en plena peda: te la baja.
-Aguafiestas... tan bien que íbamos...
Luego de esa vez, no quise saber más de él... y él tampoco intentó acercarse.
Hoy, bastantes meses después, a mis hormonas queridas se les antojó ronronear... y mandé mensaje de saludos...
Pobrecita calamidad prohibida, tan elemental...
-Te he extrañado, preciosa...
-¿Sí?, dije con una voz de gato que ni yo me termino de creer, pero que sé que lo pone súper hot...
-Sí... mucho. Quiero verte...
-Mmmmm.... me habías olvidado...
-Jamás, preciosa... jamás podría olvidarte...
¿Ven a qué me refiero? Es una ternurita, ¿no?
Tan delicado, tan decente, tan caliente, tan elemental...
Pero no le hace, a veces uno necesita regresar a lo básico... al poder...
Jajajaja genial , fantástico , espectacular jajaja me divertí como loca...un 10 por esa aparición tan oportuna, un salúd en nombre de lo elemental, salúd.... jajaja
ResponderEliminarsiempre sorprediendo!! y como siempre, tú sales ganando! jajajaja
ResponderEliminarNo tienen idea de qué tan oportuna resultó la aparición... no saben...
ResponderEliminarTendremos que ir a tomarnos unos tragos en honor a mis benditas hormonas!
Y sí, Male, siempre! Ya les cuento...
UUhhhuuu!!... Pinches hombres.. tan elementales... DuhH!!...
ResponderEliminarNena.. creo que seremos solteras pa´siempre ja.. quien nos manda..
¡¿Involucrada con un casado?! ¡Genial! Bueno, no, la verdad no.
ResponderEliminarPor cierto, mi perrita se llama Jílari. Jeje.
Tienes mucha razó, querida Ella, mucha...
ResponderEliminarSí, creo que será para siempre, pero la verdad es que a mí no me preocupa tanto... ¿a ti sí?
Yqué te cuento: leyó el post y sigue aquí... elemental!
MnS: Me divertí, la verdad...
uno como hombre lo que menos quiere cuando logra que una vieja afloje es sabotearse o quitarle el deseo a la vieja , simplemente dijo (y decimos) lo que uds generalmente quieren oir despues de varias veces de darnos las posaderas para poder seguir disfrutando de las mismas antes de que se formulen en sus mentes las tipicas preguntas de ¿que somos? ¿esto seguira para siempre asi? ¿vas a dejarla? ¿hacia donde vamos? y demas preguntas que inevitablemnet tendremos que contestar con el mismo rollo pero ya no tan a gusto y se hechara a perder una magnifica relacion basada en el sexo (bueno no siempre )
ResponderEliminarsaludos
El punto, jinete_enmascarado, es que eso quedó claro desde un principio. Ni él ni yo teníamos derecho a pedir nada más...
ResponderEliminarAparte, hay un pequeño detalle: jamás me acosté con él... te digo, se me quitaron las muchas ganas que yo tenía, antes de empezar.... Elemental!
Me gusto lo de elemental....
ResponderEliminarcambiare lo de todos son la misma cosa, por odos son elementales,
Salud!!